sábado, 13 de julio de 2013

LA HUMILDAD ES UN REGALO

Mientras poníamos en primer lugar la confianza en nosotros mismos, no era posible tener confianza genuina en un Poder Superior. Faltaba uno de los ingredientes básicos de la humildad: El deseo de hacer la voluntad de Dios.

 

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 80

 

Cuando recién llegué a A. A. yo quería encontrar algo de esa esquiva cualidad llamada humildad. No me daba cuenta de que estaba buscando la humildad porque creía que ésta me ayudará a lograr lo que yo quería y que yo haría cualquier cosa por otros, si creía que Dios me compensaría por ello. Ahora trato de recordar que la gente que encuentro en el transcurso de mi día está tan cerca de Dios como yo voy a estar mientras esté en esta tierra. Tengo que rezar para saber cuál es la voluntad de Dios hoy y ver cómo puede ayudar a otra gente mi experiencia de esperanza y dolor; si puedo hacer esto, no tengo que buscar la humildad, ella me ha encontrado.

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