miércoles, 15 de agosto de 2012

¿NO HICIMOS DAÑO A NADIE?

Algunos de nosotros tropezamos con un obstáculo distinto. Nos aferramos a la pretensión de que cuando bebíamos, no le hacíamos daño a nadie más que a nosotros mismos.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 89


Este Paso parecía tan sencillo. Yo identificaba a alguna gente a quien le había hecho daño, pero ya no estaba a mi alcance. No obstante, me sentía incómodo con este Paso y evitaba las conversaciones que tenían que ver con él. Más tarde, aprendí a investigar aquellos Pasos y áreas de mi vida que hacían sentir incómodo. Mi búsqueda puso de manifiesto a mis padres, quienes habían sido profundamente heridos por mi aislamiento de ellos; mi patrón, quien se preocupaba por mis ausencias, por mis pérdidas de memoria, por mi temperamento, y los amigos a quienes les había vuelto la espalda sin explicaciones. Al enfrentarme con la realidad del daño que había hecho, el Octavo Paso cobró un nuevo significado. Ya no estoy incómodo y me siento limpio y liviano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario