Nuestro verdadero propósito es ponernos en condiciones para servir al máximo a Dios y a los que nos rodean.
ALCOHOLICOS ANONIMOS, p. 7
Está claro que el plan de Dios para mí se expresa por el amor. Dios me amó lo suficiente como para sacarme de los callejones y de las cárceles para que pudiera participar útilmente en Su mundo. Mi respuesta es amar a todas Sus criaturas por medio del servicio y de mi ejemplo. Le pido a Dios que me ayude a imitar Su amor por mí, por medio de mi propio amor por otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario