domingo, 17 de marzo de 2013

FORMAS MISTERIOSAS

…en cada periodo de aflicción y de sufrimiento, cuando la mano de Dios parecía pesada y aún injusta, se aprenden nuevas lecciones de cómo vivir; que se descubren nuevos recursos de fortaleza y, finalmente, que se llega a la convicción de que Dios sí maneja, en una forma misteriosa, los prodigios que realiza.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 122

Después, de perder mi carrera, mi familia y la salud, todavía no me convencía de que mi manera de vivir necesitaba una revisión. Creía que estaba destinada a morir sola y que lo merecía. En la cima de mi desesperación, mi niñito de corta edad se enfermó gravemente con una rara enfermedad. Los esfuerzos de los doctores fueron infructuosos. Yo redoblé mis esfuerzos para amortiguar mis sentimientos pero el alcohol ya había dejado de surtir su efecto. Quedé sola mirando fijamente a los ojos de Dios, suplicando su ayuda. A los pocos días, por una extraña encadenación de coincidencias, tuve mi primer contacto con A. A. y desde entonces he permanecido sobria. Mi hijo vive y está mejorando. Todo el episodio me convenció de mi impotencia y de lo inmanejable que era mi vida. Hoy, mi hijo y yo estamos agradecidos a Dios por Su intervención.

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