Rebosante de gratitud, el corazón tiene que latir con un amor…
TAL COMO LA VE BILL, No. 37
Si mientras practico el servicio a otros, mis éxitos ocasionan la grandiosidad, yo tengo que reflexionar sobre lo que me condujo hasta este punto. Lo que se me ha dado alegremente y con amor, debe seguirse pasando sin reservas y sin expectativas. Porque a medida que crezco, veo que, por mucho que sea lo que dé con amor, yo recibo mucho más en espíritu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario