sábado, 8 de marzo de 2014

DEJARLO EN MANOS DE DIOS

Cada hombre o mujer que ha ingresado a A. A. y que tiene la intención de seguir allí, sin darse cuenta ha empezado a practicar el Tercer Paso. ¿No es verdad que, en lo referente al alcohol, cada una de esas personas ha decidido poner su vida al cuidado, protección y guía de A. A.?... (y) siente la certeza que A. A. es el único puerto seguro para el barco, a punto de hundirse, en que él se ha convertido. Si esto no es entregar nuestra vida y nuestra voluntad a una Providencia nuevamente hallada ¿qué es entonces?

 

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 33

 

La sumisión a Dios fue mi primer paso hacia mi recuperación. Creo que nuestra Comunidad busca una espiritualidad abierta a una nueva relación con Dios. Mientras me esfuerzo por seguir el camino de los Pasos, siento una libertad que me da la capacidad para pensar por mí mismo. Mi adicción me tenía confinado sin posibilidad de liberación; pero A. A. me asegura un camino por el que puedo ir adelante. El compartimiento, el interés y el afecto recíprocos son lo que nos regalamos, unos a otros, y mi capacidad para regalarlo está reforzada conforme cambia mi actitud hacia Dios. Voy aprendiendo a someterme a la voluntad de Dios en mi vida, a tener dignidad y a mantener estas actitudes regalando lo que recibo.

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