miércoles, 7 de noviembre de 2012

DESPRENDETE Y DEJASELO A DIOS

…pidiéndole solamente que nos dejase conocer Su voluntad para con nosotros y nos diese la fortaleza para cumplirla.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 111

Cuando yo “me desprendo y se lo dejo a Dios”, pienso más clara y sabiamente. Sin tener que pensarlo, rápidamente me desprendo de las cosas que me causan dolor e incomodidad. Ya que me resulta difícil desprenderme de la clase de pensamientos y actitudes preocupantes que me causan una inmensa angustia, todo lo que tengo que hacer durante esos períodos es dejar que Dios, como yo lo concibo, lo haga por mí y al momento me desprendo de los pensamientos, recuerdos y actitudes que me están molestando.
Cuando recibo ayuda de Dios, como yo lo concibo, puedo vivir mi vida un día a la vez y enfrentarme a cualquier situación que se me presente. Solamente entonces puedo vivir una vida de victoria sobre el alcohol, en cómoda sobriedad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario