DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p.
113
El Undécimos Paso no tiene que
abrumarme. El contacto consciente con Dios puede ser tan sencillo y tan profundo
como el contacto consciente con otro ser humano. Puedo sonreír. Puedo escuchar.
Puedo Perdonar. Cada encuentro con otro ser humano es una oportunidad para orar,
para reconocer la presencia de Dios dentro de mi ser.
Hoy puedo acercarme un poco más a mi
Poder Superior. Cuanto más elija buscar en otra gente la belleza de las obras de
Dios, más seguro estaré de Su presencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario