domingo, 17 de agosto de 2014

CORREGIR EL DAÑO

En muchos casos encontraremos que, aunque el mal causado a otros no ha sido grave, el daño emocional que nos hemos causado a nosotros mismos sí lo ha sido.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 90

 

¿Has pensado alguna vez el daño que hiciste a un asociado de negocios o quizá a un miembro de tu familia era tan pequeño que no merecía pedir disculpas porque ellos, de todos modos, probablemente ni se acordarían? Si esa persona y el daño causado sigue viniendo a la mente una y otra vez, causando una inquietud o quizá un sentimiento de culpa, entonces yo pongo el nombre de esa persona a la cabeza de mi “lista de reparaciones” y me dispongo a presentar una sincera explicación, sabiendo que una vez cumplida esta importante parte de mi recuperación, me sentiré calmado y descansado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario