jueves, 21 de agosto de 2014

SOLAMENTE TRATAMOS

La estabilidad que logré se originó en mis esfuerzos para dar, no en mis exigencias de que se me diera.

EL LENGUAJE DEL CORAZON, p. 238

Mientras que yo trate, con alma y corazón, de transmitir a otros lo que a mí se me transmitió y no exija nada a cambio, la vida me es buena. Antes de entrar al Programa de Alcohólicos Anónimos nunca fui capaz de dar sin exigir algo a cambio. Muy poco sabía yo que, una vez que empezara a dar libremente de mí mismo, comenzaría a recibir, sin nunca esperar o exigir nada. Lo que recibo hoy es el don de la “estabilidad”, como le pasó a Bill: Estabilidad en mi Programa de A.A. y estabilidad dentro de mí mismo; pero sobre todo, estabilidad en mi relación con mi Poder Superior, a quien yo he elegido llamar Dios.

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