martes, 12 de agosto de 2014

UNA MIRADA HACIA ATRÁS

Primero, miramos hacia atrás y tratamos de descubrir en qué nos hemos equivocado; segundo, hacemos un esfuerzo firme encaminado a reparar los daños que hemos causado…

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 87

Como un viajero en un nuevo y emocionante viaje de Recuperación en A. A. yo experimenté una nueva tranquilidad de espíritu y el horizonte apareció claro y brillante, en lugar de ser oscuro y turbio. Revisar mi vida para descubrir en dónde había fallado me parecía ser una tarea ardua y peligrosa. Era penoso hacer una pausa y mirar hacia atrás. ¡Tenía miedo de que fuera a tropezar! ¿no podía olvidar el pasado y solamente vivir en mi nuevo y dorado presente? Me di cuenta de que aquellos a quienes había perjudicado en el pasado se interponían entre mi persona y mi deseo de continuar en mi viaje hacia la serenidad. Tenía que pedir valor para enfrentarme a esas personas en mi vida, que todavía vivían en mi conciencia, para reconocer y tratar la culpabilidad que me producía su presencia. Tuve que mirar los daños que había causado y disponerme a hacer reparaciones. Solamente entonces pude reanudar mi viaje del espíritu.

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