lunes, 6 de enero de 2014

LA VICTORIA DE LA RENDICIÓN

 

Nos damos cuenta de que únicamente admitiéndola seremos capaces de dar los primeros pasos hacia nuestro fortalecimiento y liberación. La aceptación de nuestra impotencia se convierte, finalmente, en el firme cimiento sobre el cual podemos edificar una vida útil y feliz.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 15

 

Cuando el alcohol influenciaba todas las facetas de mi vida, cuando las botellas se convirtieron en símbolos de mi libertinaje y de la satisfacción inmoderada de mis deseos, cuando me di cuenta de que, por mí mismo, no podía hacer nada para sobreponerme al poder del alcohol, me di cuenta que no tenía otros recurso que la rendición. En la rendición encontré la victoria, victoria sobre mi egoísta inmoderación, victoria sobre mi necia resistencia a la vida tal como se me había dado. Cuando dejé de pelear con todos y con todo, empecé en el sendero de la sobriedad, de la serenidad y de la paz.

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