martes, 15 de julio de 2014

ORGULLO

Por muchos años los alcohólicos hemos estado exigiendo más de lo que nos corresponde de seguridad, prestigio y aventura. Cuando parecía que estábamos teniendo éxito, bebíamos para soñar con grandezas. Cuando nos desengañábamos, aunque fuera parcialmente, bebíamos para olvidar. Nunca nos saciábamos. Lo que malograba todos nuestros esfuerzos… era la falta de humildad. Nos había hecho falta la perspectiva necesaria para ver que la formación de la personalidad y los valores espirituales están en primer término y que las satisfacciones de orden material no son un objetivo primordial de vida.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, pp. 78 – 79

 

Una y otra vez me acercaba al Séptimo Paso, sólo para retroceder y reconsiderar. Algo me faltaba y se me escapaba el impacto del Paso. ¿Qué había pasado por alto? Una simple palabra: La había leído pero la había ignorado; la base de todos los Pasos, en verdad de todo el programa de Alcohólicos Anónimos, esa palabra es “humildemente”.

 

Sabía cuáles eran mis defectos: Constantemente posponía mis tareas; me enojaba fácilmente; sentía mucha autoconmiseración y me preguntaba: ¿Por qué yo? Entonces recordé: “El orgullo va antes de la caída” y eliminé el orgullo de mi vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario