lunes, 21 de julio de 2014

UN DON INAPRECIABLE

KLo más probable es que para entonces ya hayamos logrado librarnos, en cierto grado, de los más devastadores de nuestros obstáculos. Ya gozamos de momentos en los que hay algo que se parece a la tranquilidad del ánimo. Esta recién descubierta tranquilidad es un regalo inapreciable para nosotros los que, hasta entonces, solamente habíamos sabido de agitación, depresión y ansiedad.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, pp 82-83.

Estoy aprendiendo a “desprenderme” y “dejarlo en manos de Dios”, a tener una mente abierta y un corazón dispuesto a recibir la gracia de Dios en todos mis asuntos; de esta manera puedo experimentar la paz y libertad que vienen como resultado de la entrega. Se ha demostrado que un acto de entrega, que se origina en la desesperación y en la derrota, puede convertirse en un continuo acto de fe y que la fe significa libertad y victoria.

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