miércoles, 9 de octubre de 2013

UN AXIOMA ESPIRITUAL

 

Es un axioma espiritual que cada vez que nos alteramos, no importa cuál sea el motivo, hay algo que no está bien en nosotros.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 103

Yo nunca entendí verdaderamente el axioma espiritual del Décimo Paso hasta que tuve la siguiente experiencia. Estaba yo sentado leyendo en mi cuarto, a altas horas de la noche, cuando de pronto oí ladrar a mis perros en el patio de atrás.

Mis vecinos se disgustaron con esta clase de perturbación, así es que, entre enojado y avergonzado, temiendo la desaprobación de mis vecinos, inmediatamente hice entrar a mis perros. Algunas semanas más tarde se repitió exactamente la misma situación, pero esta vez, debido a que estaba más en paz conmigo mismo, pude aceptar la situación, los perros tienen que ladrar, y calmadamente los hice entrar. Ambos incidentes me enseñaron que cuando una persona experimenta eventos casi idénticos y reacciona de dos maneras diferentes, no es el evento el que tiene la importancia principal, sino la condición espiritual de la persona. Los sentimientos vienen de adentro y no de circunstancias exteriores.

Cuando mi condición espiritual es positiva, yo reacciono positivamente.

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