domingo, 17 de febrero de 2013

EL AMOR EN SUS OJOS

Algunos de nosotros no queremos creer en Dios, otros no podemos y aún los que creemos en Él, no tenemos fe en que haga ese milagro.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p. 21

Los cambios que yo veía en la gente nueva que llegaba a la Comunidad eran lo que me ayudaba a perder mis temores y transformar mi actitud negativa en positiva. Podía ver el amor en sus ojos y estaba impresionado por la gran importancia que para ellos tenía su sobriedad de “un día a la vez.” Honradamente habían considerado el Segundo Paso y llegaron a creer que un Poder Superior a ellos mismos estaba devolviéndoles el sano juicio. Esto me infundía fe en la Comunidad y la esperanza que podría funcionar para mí también. Llegué a darme cuenta que Dios era un Dios bondadoso y no aquel dios castigador a quien había temido antes de unirme a A. A. También, me di cuenta de que Él había estado conmigo en todas esas ocasiones que estuve en dificultades antes de llegar a A. A. Hoy sé que fue Él quien me condujo a A. A. y que yo soy un milagro.

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