domingo, 24 de febrero de 2013

PARADOJAS MISTERIOSAS

Tal es la paradoja de las sugerencias en A. A.: La fortaleza que se levanta de la derrota y la debilidad completa; la pérdida de la vida antigua como condición para encontrar una nueva vida.

A. LLEGA A SU MAYORÍA DE EDAD, p. 49



¡Qué misterios más gloriosos son las paradojas! Con la lógica no las podemos solucionar, pero cuando las reconocemos y las aceptamos, reafirman algo en el universo que sobrepasa la lógica humana. Cuando me enfrento con algún temor, me da ánimo; cuando presto ayuda a un hermano o a una hermana, aumenta mi capacidad para amarme a mí mismo; cuando acepto el dolor como parte de la experiencia de desarrollarme en la vida, experimento una felicidad más grande; cuando miro mi lado oscuro, me veo bañado en una nueva luz; cuando acepto mis debilidades y me entrego a un Poder Superior, la gracia me infunde una fortaleza imprevista. Llegué tambaleando a A. A., en desgracia, no esperando nada de la vida y se me ha dado la esperanza y la dignidad. Milagrosamente, la única forma de guardar las dádivas del programa es la de seguir pasándolas a otros.

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