lunes, 11 de febrero de 2013

EN UNO MISMO

Nos preguntamos por qué los teníamos (temores). ¿No era porque la confianza en nosotros mismos nos había fallado?

ALCOHOLICOS ANONIMOS, p.63


Todos mis defectos de carácter me separan de la voluntad de Dios. Cuando ignoro mi relación con Él, me encuentro solo enfrentando al mundo y a mi alcoholismo y no me queda otro recurso que la confianza en mí mismo. Yo nunca he encontrado seguridad y felicidad por medio de la obstinación y el único resultado obtenido es una vida de temor y descontento. Dios me enseña la senda por la que puedo volver a Él y a Su dádiva de serenidad y bienestar. Sin embargo, yo debo estar dispuesto primero a reconocer mis temores y a entender su origen y el poder que tienen sobre mí. Frecuentemente le pido a Dios que me ayude a entender cómo es que yo me separo de Él.

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