miércoles, 6 de febrero de 2013

UN SENDERO HACIA LA FE

La verdadera humildad y la mente libre de prejuicios pueden conducirnos a la fe y cada reunión de A. A. es una seguridad de que Dios nos devolverá el juicio, si confiamos en Él.

DOCE PASOS Y DOCE TRADICIONES, p.30


Como resultado de mi última borrachera, acabé en el hospital totalmente destrozado. Fue entonces cuando pude ver mi pasado flotar ante mis ojos. Me di cuenta de que, a causa de la bebida, había vivido toda pesadilla que pudiera haber imaginado. Mi propia obstinación y obsesión de beber me habían llevado a un abismo negro de alucinaciones, lagunas mentales y desesperación. Finalmente derrotado, pedía a Dios que me ayudara. Su presencia me convenció para que creyera. Se me quitó la obsesión de la bebida y, desde entonces, he sido librado de la locura. Ya no tengo miedo. Ya sé que mi vida es sana y cuerda.

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