martes, 19 de febrero de 2013

NO SOY DIFERENTE

Al principio pasaron cuatro años antes de que A. A. llevara la sobriedad tan solo a una mujer alcohólica. Como aquellos de “fondo alto”, las mujeres decían que eran diferentes; A. A. no podía ayudarles. No obstante, al irse perfeccionando la comunicación, debido principalmente a las mujeres, la situación fue cambiando.



Este proceso de identificación y transmisión ha seguido. El borracho de los barrios perdidos decía que él era diferente. SE oía aun más vociferante al mundano (el beodo de la alta sociedad) decir lo mismo. Y a los artistas, los profesionales, los ricos, los pobres, las agnósticos, los indios, los esquimales, los soldados veteranos y los presos.



Sin embargo, hoy en día, toda esta gente, o otros muchos más, hablan de los mucho que nos parecemos todos los alcohólicos, en la hora de la verdad.


TAL COMO LA VE BILL, No. 24



Yo no puedo considerarme diferente en A. A.; si lo hago me aislo de otros y del contacto con mi Poder Superior. Si me siento aislado en A. A. no es culpa de los otros. Es algo que yo he creado por sentirme de algún modo “diferente”. Hoy practico ser simplemente un alcohólico más en la Comunidad mundial de Alcohólicos Anónimos.

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