¡Egoísmo, concentración en sí mismos! Creemos que ésta es la raíz de nuestras dificultades.
ALCOHOLICOS ANONIMOS, p.57
Qué asombrosa es la revelación de que el mundo, y todos sus habitantes, pueden arreglárselas bien conmigo o sin mí. Qué alivio el saber que la gente, las cosas y los lugares estarán perfectamente bien sin mi control y dirección. Y qué indeciblemente maravilloso llegar a creer que un Poder Superior a mí mismo existe aparte e independientemente de mí mismo. Creo que desaparecerá algún día la impresión que experimento de separación entre Dios y yo. Mientras tanto, la fe ha de servir como la senda hacia el centro de mi vida.
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