sábado, 19 de abril de 2014

HERMANOS POR NUESTROS DEFECTOS

Nosotros los alcohólicos recuperados no somos hermanos por nuestras virtudes, sino hermanos por nuestros defectos y por nuestros esfuerzos comunes para superarlos.

 

TAL COMO LA VE BIL, No. 167


 

La identificación que un alcohólico tiene con otro es misteriosa, espiritual, casi incomprensible. Pero está allí. Yo la “siento.” Hoy, siento que puedo ayudar a otros y que ellos me pueden ayudar.

 

Preocuparme por alguien es para mí una sensación nueva y emocionante; importarme sus sentimientos, sus esperanzas, sus oraciones; saber de sus tristezas, de sus alegrías, de su horror, de sus penas, de sus pesares; querer compartir estos sentimientos para que alguien pueda encontrar alivio. Nunca sabía cómo hacer esto, ni cómo tratar de hacerlo. Ni siquiera me importaba. La Comunidad de A. A. y Dios me están enseñando a preocuparme por otros.

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