domingo, 11 de mayo de 2014

EL PUNTO ESENCIAL NO ES LA FELICIDAD

 

No creo que la cuestión está en la felicidad o la infelicidad. ¿Cómo abordamos los problemas que se nos presentan? ¿Cómo aprendemos mejor de estos problemas, y cómo transmitimos lo que hemos aprendido a otra gente que desee estos conocimientos?

TAL COMO LA VE BILL, No. 306

 

En Mi búsqueda de “ser feliz”, cambié empleos, me casé y me divorcié, tuve fugas geográficas y me metí en deudas: Financieras, emocionales y espirituales. En A. A. estoy aprendiendo a madurar. En vez de exigir a la gente, los lugares y las cosas que me hagan feliz, puedo pedir a Dios que me haga aceptarme a mí mismo.

Cuando me abruma mi problema, los Doce Pasos de A. A. me ayudarán a desarrollarme a través del dolor. La experiencia que gano puede ser un regalo para otros que sufren del mismo problema. Como dijo Bill, “Cuando llega el dolor, se espera de nosotros que aprendamos de buena gana la lección que nos deje y ayudemos a otros a aprender. Cuando la felicidad llega, la aceptamos tal como un don y le damos gracias a Dios por ella.”

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